LA BIÓNICA COMO RECURSO DE DISEÑO.


La sabiduría de la naturaleza ha hecho posible que todos los seres que la habitamos hayamos adquirido una variedad ilimitada de características especialísimas para posibilitar las adaptaciones  que ayudan a su supervivencia.
Desde siempre, los individuos de todas las especies han estructurado su habitad conforme a la fortaleza que poseen en sus estructuras biológicas, pero en especial los seres humanos han trascendido gracias a la capacidad de reproducir acciones de sistemas puramente naturales y con su gran creatividad han podido trasladarlos a su propio ambiente de convivencia, transformándolos en estructuras estrictamente artificiales.
Esta cualidad fue objeto de refinación al paso de los tiempos, al entrar ya en los estados de desarrollo tecnológico la biónica empieza a adoptar su propio cuerpo de conocimientos. De las primeras aportaciones conocidas está la de Willen J. Koff, en la década de 1940, quien desarrolla la primera máquina de diálisis renal que sustituye las funciones de los riñones. Otro caso simbólico fue el del ingeniero suizo Goerge de Mestral, quien se basó en los sistemas de enganche de los frutos de algunos cardos para obtener el desarrollo del Velcro (sistema de apertura y cierre rápido) en 1951.

El ingeniero Otto Schmitt utiliza el nombre biomimetics (biomimética) en la década del 50, seguidamente el término “biónica”, lo trae por vez primera el comandante Jack Steel en 1960, en sus estudios comparativos entre los sistemas naturales y los sistemas sintéticos.

Muchas son las acepciones de Biónica, pero aportaremos aquí la de Munari (1983), que sustenta que “La biónica estudia los sistemas vivientes, o asimilables a éstos y tiende a descubrir procesos, técnicas y nuevos principios aplicables a la tecnología. Examina los principios, las características y los sistemas con transposición de materia, con extensión de mandos, con transferencia de energía y de información.”
 
La síntesis geométrica aplicada a los análisis biónicos tiene por objetivo abstraer todos aquellos elementos fundamentales que definen las estructuras formales orgánicas con el fin de comprender la ordenación espacial que se delimitan naturalmente según los requerimientos biológicos de la especie estudiada.
Con el fin de ilustrar algunas de las técnicas utilizadas en estos análisis, aportaremos algunos ejemplos de aplicaciones muy sencillas en donde se utiliza la abstracción y síntesis geométrica derivadas de estructuras fitomorphas. Igualmente, estas pautas de investigación pueden ser practicadas en cuerpos antropomorfos o zoomorfos.
Aunque en los análisis de mayor rigurosidad las investigaciones requieren de equipamiento sofisticados, a nivel inductivo nos podemos valer de recursos que están a nuestro alcance, ya sea por medio de fotografías desde un celular y con un software de diseño asistido por computador se pueden alcanzar resultados satisfactorios.




Síntesis Geométrica del Kiwi (Actinidia deliciosa): Se destaca la distribución espacial de las semillas a través de un corte transversal y la definición de los puntos de simetría de su cascara. Se muestra todo el conjunto en la abstracción tridimensional.

Síntesis Geométrica de la fresa (Fragaria × ananassa): Aquí se estudia el orden de crecimiento del fruto a al ves que la orientación elíptica cónica de las semillas.


Síntesis Geométrica del Banano (Musa paradisiaca): Se subraya la distribución en forma de “Y” radial de sus semillas y el pentágono de lados redondeados de su cascara. Toda la curvatura de su cuerpo se destaca en la idealización tridimensional.

 

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